La revista New England Journal of Medicine (NEJM) * publicó el 7 de diciembre último el primero de una serie de ensayos que evaluarán su compromiso con el pensamiento y conductas racistas en medicina, cuyas consecuencias persisten al día de hoy.
Los archivos de la célebre revista nacida en 1812 en el estado Nueva Inglaterra, EE.UU., con el nombre New England Journal of Medicine and Surgery, and the Collateral Branches of Science, fueron evaluados por los especialistas David S. Jones, Scott H. Podolsky, Meghan Bannon Kerr y Evelynn Hammonds, cuyas filiaciones laborales se indican el pie **.
Incorporamos a esta nota conceptos relevantes de las entrevistas que los investigadores ofrecieron al sitio STAT de investigación periodística, en las que coinciden en caracterizar a la revista médica pionera de EE.UU. como intrínsecamente “vinculada a la esclavitud”.
La rentable esclavitud
Los colonos británicos trajeron por primera vez africanos a Virginia en 1619, sumándolos en condición de esclavos a los indígenas americanos.
El censo de 1810 registró casi 1,2 millones de personas esclavizadas que en 1860 se elevó a 4 millones. Los médicos se beneficiaron de varias maneras: poseían esclavos, trabajaban en los barcos y plantaciones con esclavos y utilizaban sus cuerpos en la educación e investigación médica.
La afirmación se sustenta al constatar que las familias de un cofundador de NEJM, el doctor James Jackson, no solo mantenían individuos en situación de esclavitud, sino que también obtenían beneficios económicos derivados del comercio esclavista. Asimismo, el otro cofundador, John Collins Warren, provenía de una estirpe que, de manera concomitante, había prosperado económicamente a través del comercio que estaba ligado de manera estrecha al uso y tráfico de esclavos.
Acorde a la evidencia presentada por los historiadores, los autores de la revista a lo largo del siglo XIX, apelaban de forma rutinaria y casual a un lenguaje deshumanizado para referirse a las personas afroamericanas. En el mismo período, los editores reimprimían artículos de otras revistas médicas del sur repletos de concepciones racistas alusivas a la inteligencia y salud de los afroamericanos.
Poco hizo la revista por cuestionar el modelo esclavista de explotación social y laboral. Aunque era ilegal en Massachusetts cuando se fundó la revista médica en el estado, recién se abolió a nivel nacional a mediados de la década de 1860.
El análisis muestra que la revista proporcionó un foro altamente prominente para que los médicos perpetuaran ideas arraigadas en el racismo y la supremacía de los blancos, incluso luego de la Guerra Civil y hacia los principios del siglo XX. Los autores de este primer artículo agregaron que esas creencias continúan alimentando las disparidades de salud que enfrentan los afroamericanos.
Historia reciente
Durante un seminario de 2022 relacionado con un proyecto que indagaba la relación de la Universidad de Harvard con la esclavitud, un expositor presentó un artículo de NEJM publicado en 1842 que argumentaba el beneficio de la esclavitud respecto a la salud mental de los afroamericanos.
A partir del reclamo realizado por un participante en el evento convocado por Harvard, la revista permitió que los historiadores investigaran el archivo de 200 años y examinar en qué medida las definiciones de entonces aún inciden en la conducta médica actual.
La manipulación estadística del último censo de aquella época destacó una demencia diez veces mayor entre los afroamericanos libres del norte en comparación con los esclavizados del sur de los Estados Unidos. Los datos expuestos justificaban la “maravillosa influencia” de “la esclavitud… sobre el desarrollo de las facultades morales e intelectuales”, argumentaba el artículo.
Para demostrar la falsedad de las cifras solo la primera investigación actual señala que algunas ciudades habían censado más personas afroamericanas insanas que el total de afroamericanos residentes.
Los autores retiraron el artículo embustero dos meses después de haberlo publicado, sin embargo, el daño estaba hecho; según los historiadores, el Secretario de Estado del país utilizó en 1844 la idea de los beneficios de la esclavitud para justificar la anexión de Texas como estado esclavista.
En este sentido aclaran que, si bien la creencia despectiva y el lenguaje no es tan crudo, el país y las instituciones médicas aún lidian con la antigua herencia.
En varios artículos publicados por la revista, los tratamientos médicos presentados para las personas esclavizadas tenían como objetivo principal mantenerlas aptas para el trabajo, a través de observaciones que describen a las enfermos y enfermas esclavizados como inútiles o incapacitados para trabajar normalmente para sus dueños.
Los artículos de NEJM exhibían la poca importancia que los médicos blancos otorgaban a la salud de las personas esclavizadas.
Estudios de otras universidades
La reflexión de la revista sobre su pasado continúa proyectos similares de numerosas universidades. Desde la Universidad Brown en 2003 ubicada entre las primeras instituciones educativas en evaluar su relación con la esclavitud- hasta la Mancomunidad de Virginia, que se encargó del estudio, homenaje y desenterramiento de 50 esclavos afroamericanos descartados por personal médico en los primeros años del siglo XIX.
El ensayo fue elogiado por directivos del Center for Antiracism Research for Health Equity de la Universidad de Minnesota, autores de la revista NEJM, pero también críticos de la forma en que las revistas médicas eludieron la institucionalización del racismo.
En el 2021, la American Medical Association, editora de la revista JAMA, presentó un informe de 83 páginas en el que narraban el racismo y la supremacía blanca dentro de sus propios muros, su decisión de excluir a los médicos afroamericanos por más de un siglo y la falta de atención prestada a la manera en que el racismo afectó a la medicina y provocó disparidades en la salud.
La publicación del informe, además de demorarse más de lo debido, fue precedida por la indignación que provocaron tanto un podcast como un tuit de JAMA que cuestionaban la existencia del racismo estructural en la medicina y proclamaba que “ningún médico es racista”.
Situación actual de NEJM
Los historiadores señalaron que el racismo se manifestó de manera recurrente en los archivos de la revista; desde donde se sugería que la esclavitud ayudaba a prevenir la tuberculosis en personas afroamericanas, hasta una crítica a la desegregación hospitalaria escrita por un médico blanco en pleno movimiento por los derechos civiles en la década de 1960.
Agregaron también que el racismo todavía se refleja en artículos sobre desigualdades en salud, incluso ahora, en los que atribuyen enfermedades a la biología de las personas en lugar de relacionarlas con las condiciones sociales. Sin embargo, los autores también creen que las expresiones racistas en las revistas médicas disminuye con el tiempo y crece la conciencia en contrario.
El equipo de investigadores intentó determinar sin éxito, el momento en que la revista publicó por primera vez un artículo escrito por un afroamericano.
Aseguran que la falta de diversidad entre los autores continúa siendo un problema e instan a las colecciones médicas a publicar datos sobre las razas de quienes escriben para evaluar la existencia o no de desigualdades.
Los editores del NEJM se negaron a responder las preguntar de STAT sobre las medidas específicas que estaban tomando para erradicar el sesgo y exponer acerca de lo descripto por la reciente investigación. Sin embargo, los editores de la revista comunicaron formalmente que los directores estaban asumiendo los errores de su pasado con la esperanza de evitar nuevos, educar a la comunidad médica sobre sus efectos con el compromiso de combatir el racismo sistémico por considerarlo una crisis de salud pública y derechos humanos.
La revista publicará seis ensayos adicionales, uno por mes, sobre diversos temas:
el trato de los editores médicos a los indígenas americanos,
el movimiento eugenésico,
la medicina de la era nazi,
artículos de opinión que la revista publicó durante la época de los derechos civiles y
el sesgo de género.
Los historiadores evitan la reproducción del lenguaje crudo y grosero de la época por su nivel de toxicidad y carga de odio, características que, según ellos, opacarían el racismo más sutil que persiste en la medicina actual de EE.UU.
En las entrevistas de STAT afirman que sus ensayos apenas rasgan la superficie y manifiestan el deseo de que otros profesionales aborden los sesgos discriminatorios contra los hispanos, entre otras comunidades y temas.
Al finalizar el estudio consideran que las instituciones médicas [de EE.UU.] tienen que salir del pozo en que ellas mismas se introdujeron.
* New England Journal of Medicine (NEJM)
Slavery and the Journal — Reckoning with History and Complicity
David S. Jones, Scott H. Podolsky, Meghan Bannon Kerr y Evelynn Hammonds
7 de diciembre de 2023
https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMp2307309?query=featured_home
** DSJ y EH: Departamentos de Historia de la Ciencia y de Estudios Africanos y
Afroamericanos, Facultad de Artes y Ciencias, Universidad de Harvard, Cambridge
DSJ, SHP y MBK: Departamento de Salud Global y Medicina Social y Centro de
Historia de la Medicina, Escuela de Medicina de Harvard, Boston, Massachusetts.