La exposición crónica a partículas finas de contaminantes del aire (PM2,5) puede aumentar el riesgo de hospitalización cardiovascular de las personas mayores, con impactos desproporcionados en quienes habitan áreas social y económicamente desfavorecidas.
Los hallazgos sugieren que la protección de la salud cardíaca carece de un umbral seguro para la exposición crónica a PM2.5; en este sentido, el estándar recientemente actualizado por la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA, por sus siglas en inglés) para el nivel promedio anual de PM2.5, no es lo suficientemente bajo como para reducir la carga de enfermedades cardiovasculares o proteger la salud pública en general.
El estudio de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard publicado en la revista British Medical Journal * calculó la asociación entre la exposición crónica a partículas finas (PM 2,5 ) y los riesgos del primer ingreso hospitalario por enfermedades cardiovasculares (ECV) importantes.
Las implicaciones profundas del trabajo cuantifican los beneficios de implementar políticas más estrictas de control de la contaminación del aire, superadoras de las nuevas normas de la EPA, considerablemente más altas que el estándar de 5 microgramos por metro cúbico establecido por la Organización Mundial de la Salud.
El 7 de febrero, la EPA anunció sus Estándares Nacionales de Calidad del Aire Ambiental actualizados, reduciendo localmente el nivel promedio anual permisible de PM2,5 de 12 microgramos por metro cúbico (μg/m3 ) a 9 μg/m3.
Aunque las PM 2,5 han sido reconocidas como un factor de riesgo ambiental primario para las enfermedades cardiovasculares, según los autores, su impacto específico en los diferentes subtipos de enfermedades cardiovasculares, así como las asociaciones exposición-respuesta, permanecieron en gran medida sin cuantificar.
Particularidades de la investigación
El artículo examina los registros hospitalarios comprendidos entre los años 2000 y 2016 y los niveles de exposición a PM2,5. Las personas evaluadas rondaronn los 60 millones de beneficiarios de Medicare, con edades de 65 años o más.
A partir de una variedad de fuentes de datos sobre la contaminación del aire, exhibe un mapa predictivo de los niveles de PM2,5 en los países contiguos a Estados Unidos y lo vinculó con los códigos postales residenciales de los beneficiarios.
Los investigadores siguieron a cada beneficiario cada año hasta su primera hospitalización por cualquiera de los siete subtipos principales de enfermedad cardiovascular (ECV): cardiopatía isquémica, enfermedad cerebrovascular, insuficiencia cardíaca, miocardiopatía, arritmia y aneurismas de la aorta torácica y abdominal. Observaron además el riesgo de un primer ingreso por una combinación de subtipos de ECV.
El estudio encontró que la exposición promedio de tres años a PM2.5 se asoció con un mayor riesgo de un primer ingreso hospitalario por todas las afecciones cardiovasculares, en particular cardiopatía isquémica, enfermedad cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y arritmia.
Cuando la exposición crónica a PM2,5 estaba entre 7 y 8 μg/m 3 , representativo del nivel promedio nacional actual, el promedio el riesgo de hospitalización por enfermedades cardiovasculares compuestas en personas mayores era del 3,04% por año.
A modo de comparación, cuando la exposición crónica a PM2,5 cumplía la directriz de la OMS de menos de 5 μg/m 3 , en promedio el riesgo de hospitalización por ECV era del 2,59 % cada año.
En base en estas estimaciones, los investigadores calcularon que reducir los niveles promedio anuales de PM2,5 de 7-8 μg/m 3 a menos de 5 μg/m 3 podría disminuir las hospitalizaciones cardiovasculares en general en un 15%.
Incluso teniendo en cuenta esta mejora, los hallazgos sugieren que para proteger la salud cardiovascular general, no existe un umbral seguro para la exposición crónica a PM2,5.
El artículo señala que los riesgos para la salud de la exposición crónica a PM2,5 siguen siendo sustanciales durante al menos tres años y que afectan de manera desproporcionada a las personas con niveles educativos más bajos, acceso limitado a la atención médica y que viven en áreas socioeconómicamente desfavorecidas.
"Se necesitan urgentemente mayores esfuerzos para mejorar la calidad del aire y así aliviar la carga de las enfermedades cardiovasculares, una de las principales causas de muerte y un importante contribuyente a los costos de atención médica", afirmó el autor principal Joel Schwartz, profesor de epidemiología ambiental. "Nuestros hallazgos indican que el estándar PM2.5 recientemente actualizado de la EPA es claramente insuficiente para la protección de la salud pública".
* British Medical Journal
Exposure-response associations between chronic exposure to fine particulate matter and risks of hospital admission for major cardiovascular diseases: population based cohort study
Yaguang Wei, Yijing Feng, Mahdieh Danesh Yazdi, Kanhua Yin, Edgar Castro, Alexandra Shtein, Xinye Qiu, Adjani A. Peralta, Brent A. Coull, Francesca Dominici, Joel D. Schwartz,
21 de febrero, 2024