DISMINUCION DE LA HEMORRAGIA PROVOCADA POR LA INTUBACION NASOTRAQUEAL POR EL EMPLEO DE LA TECNICA DEL CATETER DE GOMA ROJA(especial para SIIC © Derechos reservados) |
La hemorragia fue menor con el procedimiento combinado de inserción del catéter de goma roja y el tubo nasotraqueal, pero su ejecución demoró más tiempo en comparación con la técnica de inserción de un tubo nasotraqueal solo. |
Autor: Tom Elwood Columnista Experto de SIIC Artículos publicados por Tom Elwood |
Coautores Duane Stillions* Dawn W. Woo** Heidi M. Bradford*** Chandra Ramamoorthy**** MD., Mercy Children's Hospital, Kansas City, Kansas* . DDS., Children's Hospital and Regional Medical Center, Seattle, WA** B.A., Children's Hospital and Regional Medical Center, Seattle, WA*** MD., Lucille Packard Children's Hospital, Stanford University, Palo Alto, CA**** |
Recepción del artículo 28 de Noviembre, 2003 |
Primera edición 27 de Mayo, 2004 |
Segunda edición, ampliada y corregida 7 de Junio, 2021 |
Resumen
Antecedentes: Se sugirieron diversas técnicas para reducir el trauma de la intubación nasotraqueal, aunque no existen estudios comparativos. Los autores evaluaron la utilización de catéteres de goma roja como guía para la intubación nasotraqueal. Métodos: Los niños que iban a ser sometidos a cirugía electiva fueron divididos al azar en dos grupos de acuerdo con la técnica de intubación: intubación nasotraqueal guiada por catéter de goma roja o la inserción de tubo nasotraqueal solo. Luego de la anestesia general y la parálisis con vecuronium, se prepararon las narinas con un vasoconstrictor tópico. El tubo nasotraqueal se ablandó con agua caliente. En el grupo de intubación guiada por catéter, el tubo nasotraqueal se fijó al extremo terminal del catéter de goma roja y los dos se introdujeron juntos. El catéter de goma roja se retiró de la nasofaringe, se desconectó y removió. En el otro grupo el tubo nasotraqueal se introdujo en forma ciega directamente en la nasofaringe. Posteriormente, en ambos grupos la intubación se completó durante la laringoscopia directa mediante el empleo de fórceps Magill. Un observador que desconocía la aleatorización limpió la nasofaringe y clasificó la gravedad de la hemorragia sobre la base de fotografías de referencia. Resultados: La hemorragia obvia fue menor con la técnica del catéter de goma roja (10% versus 29%, p = 0.013), pero su ejecución demoró más tiempo (74 s versus 56 s, p = 0.02). Conclusión: Si bien la incidencia de hemorragia fue similar en ambos grupos, su gravedad fue menor en el grupo en que se utilizó un catéter como guía para la intubación nasotraqueal. El uso de un catéter de goma roja puede reducir el trauma asociado con la intubación nasotraqueal. Discusión: Relataré mi experiencia con esta técnica desde que se publicó el estudio y comentaré aspectos prácticos de la ejecución del procedimiento.
Palabras clave
Intubación nasotraqueal, efectos adversos, epistaxis
Abstract
Background: Several techniques have been suggested to reduce the trauma of nasotracheal intubation, although no comparative studies exist. The authors evaluated red-rubber catheters as a guide to nasotracheal intubation. Methods: Children presenting for elective surgery were randomized to undergo red-rubber catheter-guided nasotracheal intubation or to have the nasotracheal tube alone inserted. After general anesthesia and paralysis with vecuronium, the nares were prepared with topical vasoconstrictor. The nasotracheal tube was softened with warm water. In the catheter-guided group, the nasotracheal tube tip was fitted to the trailing end of the red-rubber catheter, and the two were advanced together. The red-rubber catheter was retrieved from the nasopharynx, disconnected, and removed. In the other group, the nasotracheal tube was advanced blindly into the nasopharynx. In both groups, intubation was then completed during direct laryngoscopy using Magill forceps. A blinded observer swabbed the pharynx and rated the severity of bleeding based on reference photographs. Results: Obvious bleeding was lower using the red-rubber catheter technique (10 vs. 29%, P = 0.013), which took longer to perform (74 vs. 56 s, P = 0.02). Conclusions: Although the incidence of bleeding in both groups was similar, severity of bleeding was reduced in the catheter-guided group during nasotracheal intubation. Use of a red-rubber catheter may reduce the trauma associated with nasotracheal intubation. DISCUSSION: I will relate my experience with this technique since publishing the study, and discuss practical aspects of performing the procedure.
Key words
Intubación nasotraqueal, efectos adversos, epistaxis