Informes periodísticos

HERIDAS CAUSADAS POR BALAS DE GOMA

Advierten sobre el peligro de la utilización de estos proyectiles.

Haifa, Israel


Aunque en general se las considera seguras, las balas de goma pueden causar heridas de gravedad, especialmente si hacen impacto en regiones corporales con baja resistencia.

 Fuente científica:  The Lancet 3581795-1800 aSNC

 Autores:  Mahajna A, Aboud N, Harbaji I, y colaboradores

InSIIC editado en:


 Medicina Interna

flecha azul.gif (828 bytes) Los autores no manifiestan conflicto de intereses


Los expertos del Rambam Medical Center analizaron las heridas causadas por balas de goma durante un episodio del conflicto árabe-israelí, y demostraron que existe un riesgo elevado de lesión grave, especialmente en algunas regiones corporales, y cuando el disparo se efectúa a corta distancia.Las balas de goma son utilizadas por las fuerzas de seguridad en muchas partes del mundo, generalmente con el objetivo de controlar a una multitud hostil sin ocasionar lesiones graves a los individuos. En general, se recomienda que los disparos se efectúen a más de 40 metros de distancia del objetivo, y evitando apuntar a zonas como la cara, el cuello y el pecho.Las fuerzas policiales israelíes utilizaron estos proyectiles para controlar los disturbios ocurridos en octubre de 2000. Los investigadores analizaron los registros médicos de 152 personas que fueron alcanzadas por los disparos, y que fueron atendidas posteriormente en cuatro centros de atención de Umm el Fahem, Nazaret y Haifa. En cada caso, se registraron la localización de la lesión, si ésta había sido penetrante o no, su gravedad, los procedimientos médicos necesarios y la evolución del paciente. Todos los pacientes, excepto uno, eran de sexo masculino. Sus edades oscilaban entre los 11 y los 59 años. El 13% de ellos presentaba más de una herida. Se observaron heridas en todas las regiones corporales. La mayoría se presentó en los miembros, la cabeza, el cuello y la cara, seguidas por el tórax, la espalda y el abdomen. El 46% de las lesiones fue leve, y el 19%, grave. El 58% de los disparos había sido recibido en la parte superior del cuerpo; en el 39% de los casos, la bala había penetrado en los tejidos. Los individuos con heridas leves fueron atendidos en general como pacientes externos, y dados de alta rápidamente. Sin embargo, el 45% debió ser ingresado, y el 7% fue sometido a cirugía con anestesia general. Las heridas en la cara fueron en su mayoría penetrantes, generando lesiones locales graves, fracturas óseas y lesiones intracraneales. Aproximadamente la mitad de las heridas torácicas fue de tipo no penetrante, resultando en laceraciones y contusiones leves. Sin embargo, en 10 pacientes se observó la penetración de la bala entre las costillas, produciendo neumotórax, hemotórax, contusiones miocárdicas y desgarro de la arteria subclavia. Las lesiones en la espalda en general fueron poco graves, al igual que las observadas en el abdomen. Sin embargo, en dos pacientes las heridas abdominales se acompañaron por lesiones esplénicas e intestinales, con hemorragias internas. Tres pacientes fallecieron: dos como resultado directo de la penetración del proyectil en el cráneo a través del ojo, y uno como consecuencia de una complicación posoperatoria. Los expertos concluyen que la gravedad de las lesiones provocadas por balas de goma depende del lugar de impacto, y de las características de viscosidad y elasticidad de éste. Las regiones superiores, especialmente la cara y cabeza, son las más susceptibles.Además, advierten que muchas de las heridas observadas se debían a disparos realizados a distancias menores de 40 metros, y que aún así es difícil para quien dispara evitar las regiones corporales más sensibles. Este tipo de proyectiles no debe considerarse seguro para el control de las multitudes.
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