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Introducción
La rinitis crónica es una enfermedad muy frecuente en los niños, caracterizada por rinorrea, obstrucción nasal, epifora y prurito nasal. Si bien no es una enfermedad que ponga en peligro la vida, afecta considerablemente la calidad de vida de los pacientes. La rinitis crónica puede ser alérgica (RA) o no alérgica (RNA). La RA es una enfermedad atópica atribuible a la presencia de IgE contra alérgenos intradomiciliarios o ambientales, caracterizada por inflamación eosinofílica; el diagnóstico se establece en presencia de pruebas cutáneas positivas para aeroalérgenos o de niveles altos de IgE específica en sangre. La RNA es una enfermedad heterogénea en la cual se incluyen la rinitis inducida por drogas, la rinitis ocupacional, la rinitis gustativa, la rinitis senil, y la rinitis idiopática. Obedece a etiologías inflamatorias y no inflamatorias, en ausencia de IgE específica contra aeroalérgenos. Los biomarcadores atópicos pueden ser positivos en sujetos asintomáticos, o negativos en pacientes con rinitis clínica. Sin embargo, su negatividad no excluye necesariamente la presencia de RA, una enfermedad sumamente compleja. Las pruebas de provocación nasal simulan la exposición a alérgenos; los resultados son negativos en la RNA y positivos para, al menos, un alérgeno, en la RA. La RA local (RAL) se caracteriza por la respuesta inflamatoria de tipo 2, con producción nasal local de IgE específica y total. Los pacientes con RAL no presentan marcadores de atopía, pero tienen resultados positivos en las pruebas de provocación nasal. En el contexto de estas pruebas, los agentes involucrados se aplican directamente en la mucosa nasal y se valora la intensidad de los síntomas (prurito, estornudos, rinorrea, y obstrucción nasal). Por lo tanto, las pruebas de provocación nasal representan el método diagnóstico estándar para la RAL; la medición de IgE específica en fluido nasal también es de ayuda en términos diagnósticos. Sin embargo, ni las pruebas de provocación nasal ni el dosaje nasal de IgE específica son estudios disponibles en la práctica. Por este motivo, la citología nasal se considera un método sencillo y eficaz para la distinción de los distintos fenotipos de rinitis.
La mucosa nasal está fisiológicamente constituida por células ciliadas, mucíparas, estriadas y basales; muy ocasionalmente se observan neutrófilos o bacterias. La eosinofilia es característica de la RA, de modo que la citología nasal podría ser útil para diferenciar la rinitis crónica con eosinofilia o sin ella. Además, la citología nasal permite distinguir entre la rinitis crónica inflamatoria y no inflamatoria, por medio de la identificación y el recuento de células. De esta forma se han definido diferentes subtipos de rinitis crónica no alérgica, como la RNA con eosinófilos, la RNA con eosinófilos y células cebadas, la RNA con células cebadas y la RNA con neutrófilos. En cambio, la citología nasal no es útil para distinguir entre la RNA con eosinófilos y la RAL, ya que en ambas hay eosinófilos. El tratamiento de primera línea para la RAL y la RNA eosinofílica consiste en el uso de antihistamínicos orales y de corticoides tópicos.
El objetivo del presente estudio fue analizar los resultados de la citología nasal en un grupo de niños con síntomas sugestivos de RA, pero en ausencia de marcadores sistémicos de atopía (IgE aumentada y pruebas cutáneas positivas). Específicamente se analizó la hipótesis de que los biomarcadores séricos (IgE total, eosinofilia, proteína catiónica de eosinófilos [PCE] y basofilia) serían hallazgos predictivos de eosinofilia nasal, en cuyo caso la citología nasal podría reservarse para casos particulares de pacientes, en la práctica diaria.
Pacientes y métodos
La investigación de diseño transversal se realizó con 29 pacientes de edad escolar y preescolar con rinitis persistente, según la definición Allergic Rhinitis and its Impact on Asthma (ARIA), con resultados negativos en las pruebas cutáneas. Los síntomas nasales se cuantificaron en escalas visuales analógicas de 0 a 5 puntos; se tomaron muestras de sangre para la determinación del recuento de eosinófilos y basófilos, para la cuantificación de los niveles séricos de IgE total y específica, y de PCE, y para realizar citología nasal. Mediante análisis logístico se conocieron las asociaciones entre los niveles de IgE, la eosinofilia y la basofilia, la concentración de PCE y la presencia de eosinófilos en la mucosa nasal.
Resultados
Se comprobó una asociación estadísticamente significativa entre los niveles séricos de IgE total y la gravedad de la inflamación eosinofílica nasal (odds ratio [OR] de 2.24, intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 1.08 a 4.65, valor de p = 0.03).
Conclusión
En función de los resultados observados, los autores proponen un abordaje terapéutico de prueba con corticoides tópicos y antihistamínicos por vía oral en pacientes con síntomas sugestivos de RAL y niveles aumentados de IgE total. En este contexto, la citología nasal y las pruebas de provocación nasal se reservarían para aquellos pacientes que no responden de manera favorable a la terapia de primera línea.