ReSIIC editado en: Epidemiología Infectología Neurología Pediatría Salud Pública |
Introducción
La encefalomielitis diseminada aguda (EMDA) es un trastorno desmielinizante del sistema nervioso central caracterizado por la aparición aguda o subaguda de déficits neurológicos multifocales y encefalopatía. Aunque la patogénesis de la EMDA no se ha dilucidado completamente, en la actualidad se considera un fenómeno autoinmune transitorio desencadenado por una infección. Esta afección es más frecuente en niños menores de 10 años que en adultos y ocurre generalmente después de una infección o, más raramente, de una vacunación. Aproximadamente el 80% de los pacientes han tenido recientemente una infección del tracto respiratorio superior, sarampión, paperas, rubéola, virus de Epstein-Barr, citomegalovirus, virus de la influenza o virus del herpes simple. La EMDA también se ha reportado como una complicación neurológica de la infección por coronavirus 2 responsable del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por sus siglas en inglés), pero la mayoría de los informes publicados fueron de casos únicos o series de casos pequeños y principalmente en pacientes mayores. Aunque muchos patógenos virales han sido implicados en la EMDA, hay datos limitados sobre cómo las epidemias virales influyen en la incidencia de esta afección.
El objetivo de esta investigación fue determinar las tendencias temporales en la incidencia de EMDA antes (2016 a 2019) y durante (2020) la pandemia de enfermedad provocada por el coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés) y su correlación con la epidemiología viral.
Métodos
Los casos de EMDA desde el 1 de enero de 2016 hasta el 31 de diciembre de 2020 se recopilaron de la base de datos del Servicio de Revisión y Evaluación del Seguro de Salud de Corea del Sur. La EMDA pediátrica se definió como la hospitalización de un individuo < 19 años con código de diagnóstico de EMDA de la Clasificación Internacional de Enfermedades, 10ª revisión, y una prescripción de metilprednisolona intravenosa durante al menos un día. El Sistema Nacional de Vigilancia de Enfermedades Infecciosas se utilizó para extraer la información sobre las epidemias virales en todo el país. Se comparó la incidencia de EMDA en cada año como variables categóricas mediante un modelo lineal general. Los odds ratios calculados para el riesgo de ocurrencia de EMDA en cada año se compararon con los de 2020. El análisis de correlación entre los patógenos virales y la incidencia de EMDA se realizó mediante el análisis de correlación de Pearson.
Resultados
Se identificaron un total de 185 casos pediátricos de EMDA de nueva aparición. La media de edad de los pacientes fue de 7 ± 4.9 años. De los 185 pacientes, 35 (18.9%) fueron admitidos en la unidad de cuidados intensivos y 15 (8.1%) requirieron ventilación mecánica invasiva. En comparación con los años anteriores a la pandemia (2016 a 2019), la proporción de pacientes que requirieron cuidados intensivos o ventilación mecánica invasiva fue menor durante la pandemia. La incidencia de EMDA fue de 0.34 a 0.48 por cada 100 000 personas por año antes de la pandemia, y se redujo a 0.22 por cada 100 000 personas por año durante el primer año de pandemia. El riesgo de ocurrencia de EMDA fue aproximadamente un 1.74% mayor durante los años prepandémicos en comparación con el primer año pandémico (odds ratio= 1.017; p= 0.009). No hubo variaciones estacionales en la incidencia de EMDA antes y durante la pandemia.
En la serie temporal, se observaron picos estacionales notables de infecciones virales en años prepandémicos. Sin embargo, la incidencia de infecciones virales disminuyó de forma significativa en el primer año pandémico y la variación estacional desapareció. La incidencia de EMDA se correlacionó de forma positiva con la infección aguda por virus respiratorios (r= 0.28; p= 0.03), pero no con las infecciones por enterovirus, norovirus o rotavirus o enfermedades similares a la gripe.
Conclusión
Este estudio demostró que el control de las infecciones durante la pandemia de COVID-19 influyó en la incidencia de EMDA. La baja incidencia de EMDA durante la pandemia de COVID-19 puede estar relacionada con la disminución de las infecciones virales respiratorias agudas, que son posibles desencadenantes de EMDA. Se observó una clara distribución estacional de las infecciones virales antes de la pandemia; sin embargo, no se observó la misma variación estacional en la incidencia de EMDA. Este estudio apoya la hipótesis de que la EMDA se desencadena por una infección anterior, especialmente una infección aguda por virus respiratorios. Se justifican estudios adicionales sobre el impacto de la COVID-19 u otras epidemias virales en la incidencia y la gravedad clínica de la EMDA pediátrica.