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Elevadas tasas de depresión y ansiedad en consumidores de tabaco y cannabis
Plos One; San Francisco, EE.UU., 20 Septiembre 2023

Las personas que consumen tabaco y cannabis de manera conjunta se exponen a mayores probabilidades de sufrir ansiedad y depresión que aquellas que sólo consumen tabaco o las que no consumen ninguna de las dos sustancias.
El tabaco y el cannabis predominan en todo el mundo con un uso conjunto que aumentó en las instancias actuales de creciente legalización del cannabis.

El estudio Associations between tobacco and cannabis use and anxiety and depression among adults … publicado en la revista especializada Plos One * examina la relación entre los trastornos de ansiedad y depresión con tres patrones definidos de consumo de tabaco y cannabis (exclusivo de tabaco, exclusivo de cannabis, consumo conjunto de tabaco y cannabis) y ningún consumo. 

Efectos de la legalización del cannabis
El uso conjunto de tabaco y cannabis (definido en este estudio como el uso simultáneo de ambas sustancias en el último mes) también es prevalente: el 33% de las personas que consumen tabaco también informan haber consumido cannabis.
En medio de la creciente legalización del cannabis, su uso aislado o en conjunto con el tabaco han aumentado recientemente.

El aumento del consumo de cannabis de 2 a 10 veces, y su generalización entre quienes fuman o no cigarrillos plantea preocupaciones sobre los daños desconocidos que se relacionan con el consumo de cannabis en general y el uso conjunto de tabaco y cannabis en particular.

El uso conjunto puede aumentar la exposición a sustancias tóxicas y plantear peligros adicionales además de  asociarse con mayores riesgos de dependencia de la nicotina y el cannabis y peores resultados al dejar de fumar, tanto el tabaco como el cannabis. Sin embargo, la comprensión de la asociación entre el uso conjunto y la salud sigue siendo escasa.

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Nhung Nguyen y sus colegas, integrantes del Centro de Investigación y Educación para el Control del Tabaco de la Universidad de California, San Francisco, EE.UU., analizaron datos referidos al consumo de sustancias y la salud mental de 53 843 adultos.


Las personas fueron encuestadas como parte del Estudio de Salud Ciudadana Covid-19 (Citizen Science Study – CSS), que contenía información comprendida entre los años 2020 y 2022.

El CCS se propuso generar conocimiento sobre las consecuencias a largo plazo de la pandemia de Covid-19 a partir de los síntomas, comportamientos y enfermedades informadas por los participantes.
La inscripción y el seguimiento del estudio fueron continuos, sin objetivos de inscripción preespecificados ni fechas de finalización. La participación de los encuestados se concentró en residentes de EE.UU.

Al preguntar las encuestas mensuales de forma reiterada sobre la salud mental se registraron múltiples evaluaciones a participantes individuales con resultados anidados.

Los autores aclaran que midieron la ansiedad y la depresión por separado mediante instrumentos específicos en atención a la coexistencia de sus síntomas y manifiestarse con efectos diferentes e independientes sobre el deterioro funcional y la discapacidad.

Patrones de consumo de tabaco y cannabis
En la encuesta de referencia los consumos de ambas sustancias se informaron por separado.
Los participantes dieron cuenta de la cantidad de días que en el último mes habían consumido tanto productos de tabaco (es decir, cigarrillos, cigarrillos electrónicos y productos combustibles como puros/cigarros) y cualquiera de cannabis, sea de tipo combustible o vaporizado.

Según los consumos informados, los participantes se clasificaron en cuatro grupos:
exclusivo de tabaco, exclusivo de cannabis, conjunto (consumo de ambas sustancias en los últimos 30 días) y ningún consumo.
Estos grupos permitieron investigar los trastornos de salud mental provocados por cualquier posible efecto independiente o conjunto del uso de una o ambas sustancias, respectivamente.

Características de los participantes
La mayoría eran mujeres (67,9%), blancas no hispanas (81,8%), identificadas como cisgénero (98,6%) y tenían estudios universitarios o graduados universitarios (51,4%) con una edad media de 51,0 ± 15,2 años. 

La puntuación media del estatus social subjetivo fue de 6,9 ??± 1,6. Más de la mitad informó haber hecho ejercicio más de una vez por semana durante el año pasado. Los participantes informaron haber consumido una mediana de 1 trago de alcohol en la última semana.
En cuanto a los patrones de consumo de tabaco y cannabis, 2.617 participantes (4,9% de la muestra) reportaron consumo exclusivo de tabaco; 3.702 (6,9%) de cannabis, 889 (1,6%) co-consumo y 46.633 (86,6%) ningún consumo. En términos de salud mental, 6.428 (11,9%) y 6.794 (12,6%) participantes informaron haber experimentado ansiedad y depresión en al menos una encuesta mensual, respectivamente.

El 26,5%  de los integrantes del grupo consumidor de ambas sustancias manifestó ansiedad y 28,3% depresión, mientras que entre las personas sin consumo, los porcentajes de ansiedad y depresión fueron del 10,6% y el 11,2%, respectivamente.

Revelaciones del trabajo
El estudio reveló que las probabilidades de padecer estos trastornos mentales era 1,8 veces mayor entre los consumidores simultáneos que entre los no consumidores. Además, tanto consumo conjunto como el exclusivo de cannabis se asoció a una mayor probabilidad de padecer ansiedad en comparación con el exclusivo de tabaco.

El artículo asocia la menor frecuencia de actividad física con mayores probabilidades de ansiedad y depresión. En este sentido, señala que podría ser un mediador en la relación entre el consumo de sustancias y la salud mental, puesto que las personas consumidoras de tabaco o cannabis pueden realizar menos actividad física, limitaciones que a su vez deparan una peor salud mental. 

Casi la mitad de los adultos estadounidenses consideran el cannabis como automedicación para tratar los síntomas de depresión y ansiedad aunque la evidencia insuficiente sobre sus beneficios terapéuticos impida convadalidarlo.
Del mismo modo, una cantidad apreciable de adultos jóvenes, malinterpretan la nicotina como si ayudara a aliviar el estrés, la ansiedad y la depresión. Al finalizar, los autores proponen que las campañas de salud pública deberían resaltar estas percepciones erróneas de la población, haciendo hincapié en los posibles efectos negativos que acarrean el tabaco y el cannabis en la salud mental.


* Plos One
Associations between tobacco and cannabis use and anxiety and depression among adults in the United States: Findings from the COVID-19 citizen science study
Nhung Nguyen, Noah D. Peyser, Jeffrey E. Olgin, Mark J. Pletcher, Alexis L. Beatty, Madelaine F. Modrow,Thomas W. Carton, Rasha Khatib, Djeneba Audrey Djibo, Pamela M. Ling, Gregory M. Marcus
3 de septiembre, 2023
https://doi.org/10.1371/journal.pone.0289058