Programa Actualización Científica sin Exclusiones (ACisE)

Informes comentados


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Informe
Autor del informe original
M Pae
Institución: Tufts University School of Medicine,
Boston EE.UU.

Importancia de la Nutrición para Estimular la Inmunidad en la Vejez
Los defectos intrínsecos en la inmunidad de las personas mayores se intensifican por la deficiencia absoluta o relativa de varios nutrientes que estimulan la inmunidad, por lo que las intervenciones nutricionales podrían ser formas prácticas y rentables de atenuar la reducción de la función inmune asociada con la edad y mejorar la resistencia a las infecciones y el cáncer.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/144900


Comentario
Autor del comentario
Paulina Astegiano 
Médica Clínica, especialista en Nutrición, Hospital José María Cullen/Sanatorio Santa Fe, Santa Fe, Argentina


En el trabajo se desarrolla el conocimiento que tenemos sobre la relación entre la inmunidad y la nutrición así como de la alta prevalencia del déficit nutricional que tienen muchos ancianos. Estudios en diversos países confirman que un gran porcentaje de la población anciana ingiere menos del 75% de la cantidad de nutrientes recomendados por la OMS, presentan algún déficit nutricional y que esto aumenta en los pacientes internados y con bajos recursos.
Una alimentación inapropiada a edades avanzadas induce cambios en la composición corporal y en las funciones fisiológicas, lo que favorece la aparición de malnutrición y de determinadas enfermedades.
Los cambios del sistema inmunitario generados por la senectud, tales como la involución tímica, la disminución de los linfocitos T maduros y de la
respuesta de anticuerpos a ciertos agresores y la disminución de la respuesta de la sensibilidad retardada repercuten sobre el organismo. Es una desregulación del sistema inmunitario que se manifiesta en una menor capacidad de respuesta inmunológica.
Ahora bien, ¿debemos considerar la inmunosenescencia como una deficiencia propiamente, a corregir? ¿Mejoraríamos las tasas de incidencia de cáncer o enfermedades infecciosas de la tercera edad?
Todo nos hace suponer que sí. Hay indicios firmes para pensar que ciertos suplementos nutricionales, de oligoelementos y vitaminas pueden mejorar la situación inmunológica de los ancianos sanos y de aquellos aparentemente sanos pero que tienen ciertas deficiencias nutricionales subclínicas.
El papel de las vitaminas E y A, al igual que el cinc, como sustancias inmunomoduladoras y antioxidantes se encuentra en amplia investigación al día de hoy pero con información aún insuficiente como para considerar eficaz el aporte complementario.
A esta situación inmunitaria inherente a la edad se la debe entender también como una situación fisiológica, ante lo cual deberíamos ser prudentes con el aporte excesivo de nutrientes que podrían llevar a depósito de grasas innecesarias y perjudiciales o a una toxicidad generada por la hipervitaminosis.
Ante un adulto mayor que pueda presentar déficit nutricional, deberíamos insistir en un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación variada y suficientemente adaptada a los problemas propios de esta etapa. No se debe olvidar tampoco la valoración nutricional adecuada ante situaciones que lo expongan a malnutrirse.
No resulta simple obtener estudios que analicen las cantidades apropiadas de cada nutriente específico por separado, ni podemos extrapolar los buenos resultados clínicos del aporte complementario nutricional en situaciones patológicas del anciano (por ej., fracturas de cadera).
Necesitamos más estudios para determinar con cuál inmunonutriente y a qué dosis suprafisiológicas se podría mejorar la inmunosenescencia y qué herramientas utilizar para identificar los grupos de ancianos que se beneficiarían realmente con este aporte complementario.

Copyright © SIIC, 2017

Palabras Clave
envejecimiento, inmunidad, infección, nutrición
Especialidades
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Informe
Autor del informe original
K Martin
Institución: University of Western Australia,
Perth Australia

Evolución de la Prevalencia de Bajo Peso, Sobrepeso y Obesidad en Escolares de Australia Occidental entre 2003 y 2008
Entre 2003 y 2008, en Australia Occidental, la prevalencia de sobrepeso y obesidad en estudiantes de nivel primario fue estable, pero disminuyó en los estudiantes secundarios. Las niñas de ambos niveles presentaron aumento de la prevalencia de bajo peso.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/145648


Comentario
Autor del comentario
Patricia Débora Rita Rocca Huguet 
Médica Pediatra, Jefa de Departamento de Docencia e Investigación, Hospital Municipal del Niño de San Justo, Buenos Aires, Argentina


El artículo se basa en un estudio comparativo transversal, llevado a cabo en los años 2003 y 2008, de dos poblaciones estudiantiles de ciertos grados en escuelas primarias y secundarias de Australia Occidental, basada una encuesta sobre nutrición y actividad física en niños y adolescentes (The Child and Adolescent Phisical Activity and Nutrition Survey [CAPANS]). La población se seleccionó en diversas categorías: primaria-secundaria, metropolitana-no metropolitana (urbana/rural), pública-no pública, y contó con el consentimiento de los participantes.
Se tomaron como variables, la edad, el sexo, medidas de peso y talla, índice de masa corporal (IMC) y nivel socioeconómico según la localidad de residencia.
En las escuelas primarias, la mayoría de niños y niñas se encontraban en un peso saludable y el rango de sobrepeso y obesidad
se mantuvo en dichos años. Sólo se observó un incremento de bajo peso en las niñas en la última medición, es decir en 2008. El medio socioeconómico no influyó en esta población.
En las escuelas secundarias, se regsitró una disminución de peso (7%) a expensas de la población femenina, ya que entre los varones esa disminución no fue estadísticamente significativa. Las adolescentes que presentaban esa condición se desarrollaban en un medio socioeconómico más alto. En cambio, los varones se desarrollaban en niveles medios. En 2008, la disminución del peso en las niñas de escuelas primarias y secundarias fue significativamente mayor, motivo que genera situaciones críticas en la salud de esa población, como pubertad retrasada, trastornos del esquema corporal, cansancio, menor fertilidad y aumento de la osteoporosis.
Según este estudio, se deduce que la malnutrición no depende del medio socioeconómico sino más bien de ciertos hábitos de conducta.
En la población de escuelas primarias, el sobrepeso y la obesidad se comportaron manteniendo una meseta entre 2003 y 2008, pero en la población de escuelas secundarias los valores de peso descendieron, probablemente por la actuación de políticas sanitarias que imparten directivas en cambios de hábitos de vida, actividad física y alimentación saludable. El bajo peso de algunas adolescentes pareciera no estar influido por estas políticas sino más bien por reglas de la moda, que imponen un determinado estereotipo de mujer.
Aspectos a discutir en cuanto a la metodología del estudio:
- La aleatorización en los colegios secundarios fue incierta.
- En la encuesta se evaluó la actividad física y el comportamiento en la dieta, puntos que no fueron reflejados en el artículo.
- La encuesta no fue publicada para conocer las variables en estudio.
- No se utilizó igual número en ambas muestras, ya que hay una menor concentración de estudiantes de escuelas primarias en 2003 que en 2008, y en las escuelas secundarias se dio la situación inversa.
El estudio presentaría mayor contundencia si la captura de los alumnos hubiera sido llevada con igual metodología.
De todos modos, se debe valorar el gran esfuerzo de los autores para llevar a cabo este trabajo, considerando que el tema es de interés mundial. Es necesario ahondarlo con firmeza y dedicación, ya que este grupo etario está más expuesto a presentar síndrome metabólico, con serias consecuencias en la adultez. Debe apuntarse a un cambio profundo del comportamiento en los hábitos a través de una educación firme y una mejora en las condiciones socioambientales que ayuden a optimizar la salud biopsicosocial de niños, niñas y adolescentes para prevenir futuras enfermedades.

Copyright © SIIC, 2017

Palabras Clave
adolescentes, IMC, estudios epidemiológicos, salud pública, bajo peso
Especialidades
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