Programa Actualización Científica sin Exclusiones (ACisE)

Informes comentados


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Informe
Autor del informe original
M Maehara
Institución: Fukuoka University,
Fukuoka Japón

Aprepitant en Cáncer Ginecológico
La combinación de aprepitant y terapia antiemética estándar con antagonistas del receptor de serotonina 5HT3 y corticoides es bien tolerada y más eficaz que estos últimos dos fármacos para evitar las náuseas y los vómitos inducidos por la quimioterapia con paclitaxel y carboplatino.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/148142


Comentario
Autor del comentario
Orlando A. Forestieri 
Médico especialista en Obstetricia y Ginecología, Coordinador del Departamento de Ginecología,Hospital Italiano La Plata, La Plata, Argentina


No existen dudas acerca de la indicación de antieméticos durante la administración de agentes quimioterápicos en el cáncer ginecológico, fundamentalmente en los de endometrio y de ovario.
Precisamente, el uso de fármacos antagonistas del receptor de serotonina y corticoides asociados a la quimioterapia con paclitaxel más carboplatino promueve el objetivo de mejorar la calidad de vida. La adición de un antagonista del receptor NK1 en estos casos la incrementaría.
El artículo fue elaborado por los doctores Maehara, Ueda y Miyamoto en la Fukuoka University, de Japón, y reclutó 26 pacientes (tres de las cuales se excluyeron por contraindicación por metástasis, neoplasias en el sistema nervioso central, úlcera péptica activa o patología obstructiva gastrointestinal que incrementan sensiblemente el riesgo emético).
Se consideraron parámetros de contraindicación para el
tratamiento: vómitos en las 24 horas previas a la terapia; leucopenia inferior a 3000 leucocitos/mm3 y menos de 1500 neutrófilos/mm3; menos de 100 000 plaquetas/mm3, y valores de TGP/TGO > 2.5 valor normal y de bilirrubina > 1.5 valor normal.
El grupo de 23 mujeres a evaluar fue dividido aleatoriamente en dos ramas. El grupo A recibió 3 mg de un antagonista de la serotonina y 16 u 8 mg de dexametasona por vía intravenosa. El grupo B, integrado por once pacientes, recibió la terapia mencionada más 125 mg de aprepitant (inhibidor del receptor de NK1) por vía oral el día 1 y 80 mg los días 2 y 3 del tratamiento.
Si bien no se hallaron diferencias entre ambos grupos respecto de edad, estadio, ingesta de alcohol o náuseas, sí fue significativa la respuesta al aprepitant en la inhibición de náuseas y vómitos en la etapa aguda, aunque fue igual a la del grupo A en la etapa tardía.
Si analizamos el uso de aprepitant asociado al grupo control es notable la eficacia sostenida desde el primer ciclo de este antagonista NK1 con respecto a antagonistas del receptor de serotonina más corticoides sobre náuseas, vómitos y uso de paclitaxel más cisplatino.
Debe mencionarse también una buena respuesta en la tolerancia posterior a los alimentos, donde el fármaco muestra un efecto positivo sobre la función gástrica.
Si bien el número de casos del estudio analizado es bajo, el trabajo está metodológicamente bien diseñado. Para el análisis estadístico se utilizó la prueba de McNemar y la de chi al cuadrado, considerando los valores de p < 0.05 como significativos.
La indicación del esquema paclitaxel más carboplatino en neoplasias de endometrio y ovario tiene en el aprepitant asociado con esquemas antieméticos de inhibidores de 5HT3 y corticoides una oportunidad terapéutica de notable eficacia.
De todos modos, será importante analizar retrospectiva y prospectivamente ensayos que continúen demostrando la continuidad de la terapia analizada, habida cuenta de que ofrece, al menos en el presente trabajo, una buena perspectiva de calidad de vida y adhesión al tratamiento de base.

Copyright © SIIC, 2017

Palabras Clave
aprepitant, cáncer ginecológico, receptor NK1, náuseas y vómitos inducidos por quimioterapia
Especialidades
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Informe
Autor del informe original
Javier de la Fuente-Hernàndez
Columnista Experto de SIIC
Institución: Escuela Nacional de Estudios Superiores, Unidad Leòn, UNAM
Leòn México

Aumento de la incidencia de carcinoma oral de células escamosas
La cantidad de casos de cáncer oral se ha incrementado en la última década y se esperan 15 millones de nuevos casos para el año 2020 a nivel mundial. En México, el carcinoma oral de células escamosas es el tipo de neoplasia maligna más frecuente, ya que su incidencia representa entre el 1% y el 5% del total de las neoplasias malignas.

Resumen
La cantidad de casos de cáncer se ha incrementado en la última década y se esperan 15 millones de nuevos casos para el año 2020 a nivel mundial. En México, el carcinoma oral de células escamosas es el tipo de neoplasia maligna más frecuente, ya que su incidencia representa entre el 1% y el 5% del total de las neoplasias malignas, por lo cual es de suma importancia tener conocimiento de los factores predisponentes, estilo de vida, hábitos y enfermedades sistémicas asociadas con esta patología. La realización de la historia clínica completa juega un papel importante para el diagnóstico oportuno de un paciente con alto riesgo de padecer la enfermedad. En México, la falta de información actual sobre los factores de riesgo, técnicas de diagnóstico oportuno y la poca concientización de la población sobre las medidas preventivas del carcinoma oral de células escamosas generan un reto para los profesionales de salud al tratar de reducir la incidencia de esta neoplasia. Es por esto que el presente artículo brindará un panorama situacional sobre la etiología del carcinoma de células escamosas, la prevalencia e incidencia en la población mexicana, poniendo énfasis en las medidas preventivas y en las técnicas de exploración para el diagnóstico oportuno.


Publicación en siicsalud
Artículos originales > Expertos de Iberoamérica >
http://www.siicsalud.com/des/expertocompleto.php/139637


Comentario
Autor del comentario
María May 
Médica especialista en anatomía patológica, Miembro del Instituto de Investigaciones Farmacológicas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, Universidad de Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Argentina


El artículo original del doctor Javier de la Fuente Hernández, revisa exhaustivamente la epidemiología, los factores de riesgo y los posibles mecanismos carcinogénicos del carcinoma oral de células escamosas. A su vez, compara y detalla las estadísticas y la experiencia de su país de residencia, México, donde es evidente que esta patología es de gran importancia.
Con respecto a su comentario sobre el incremento de incidencia de este tumor, las estadísticas mundiales lo establecen como uno de los pocos que muestran este tipo de tendencia; es por este motivo que las campañas de prevención, la educación médica continua y la masificación de la vacunación para las cepas carcinogénicas del virus del papiloma humano (HPV), son de vital importancia.
Está ampliamente demostrado que cuando hablamos de
carcinomas escamosos de cabeza y cuello existen dos tipos de tumores que, si bien presentan características histológicas muy similares, tienen una etiología y una biología asociada muy diferentes. Estos dos grupos se vinculan con los factores de exposición que les dan origen: por un lado, el “clásico”, asociado en su mayoría con el hábito de fumar y consumir alcohol, más frecuentemente localizado en la cavidad oral; y por otro lado, el grupo asociado al HPV, de presentación más frecuente en su localización faríngea. La diferencia entre estos dos grupos de tumores es tan importante en términos pronósticos, que ya ha sido plasmada en las guías internacionales de tratamiento NCCN (National Comprehensive Cancer Network) para tumores de cabeza y cuello. Aún no está definido, si la presencia del HPV será predictivo de tratamiento, si bien los estudios preclínicos apuntan a que el abordaje de estos pacientes significará una desintensificación de la terapia.
Otro avance importante para este grupo asociado con la infección por HPV, es la masificación de las campañas de vacunación, que al día de hoy incorporan a ambos sexos y, al menos en la Argentina, se incluyen en el calendario obligatorio de vacunación. Este tipo de estrategias preventivas son las únicas que lograrán disminuir la incidencia de estos tumores, pero debemos ser pacientes ya que faltan muchos años para que tengan un impacto real.
En total acuerdo con el autor, creo que las estrategias de prevención, la capacitación a todo el personal de salud, la educación al paciente y la detección temprana de las lesiones son los pilares que deberán guiar el manejo de esta patología.


Copyright © SIIC, 2017

Palabras Clave
medidas preventivas, sinergia tabaco-alcohol, estilo de vida, diagnóstico oportuno, carcinoma oral de células escamosas
Especialidades
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Informe
Autor del informe original
KG Brodovicz
Institución: Merck Sharp & Dohme, Corp,
Whitehouse Station EE.UU.

Asociación entre Diabetes tipo 2, Pancreatitis Crónica y Riesgo de Cáncer de Páncreas
En una análisis de una importante base de datos del Reino Unido, los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 presentaron un incremento del 80% del riesgo de cáncer de páncreas en comparación con individuos sin diabetes, y aquellos con diabetes tipo 2 y pancreatitis crónica presentaron 12 veces más probabilidades de padecer cáncer de páncreas que los pacientes con cada una de estas condiciones por separado.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/135816


Comentario
Autor del comentario
Federico Yáñez 
Médico especialista en Gastroenterología, Clínica de Cuyo, Mendoza, Argentina


El cáncer de páncreas es una neoplasia que tuvo un aumento en su incidencia en las últimas décadas; actualmente es la cuarta causa de muerte por cáncer en la Argentina.
Sólo el 20% de los casos logran diagnosticarse en forma temprana y pueden llegar a ser candidatos a una cirugía con intensión curativa.
Existen algunas condiciones en las cuales se podría establecer una vigilancia; cáncer de páncreas hereditario (dos familiares de primer grado con cáncer de páncreas o tres familiares de diverso grado) y algunos síndromes genéticos asociados frecuentemente con esta enfermedad, como pancreatitis hereditaria, síndrome de Peutz-Jeghers, melanoma maligno familiar, síndrome de cáncer hereditario de mama y ovario, síndrome de Lynch, síndrome de Li-Fraumeni y la poliposis adenomatosa familiar.
Se considera que sólo el 10%
de los casos podrían estar vinculados a una relación genética; el resto se consideran como esporádicos. Los factores de riesgo descriptos son edad, sexo masculino, raza negra, tabaquismo, obesidad, diabetes, pancreatitis crónica, infección por Helicobacter pylori y exposición a ciertas sustancias químicas.
La relación entre la diabetes tipo 2 y el cáncer de páncreas puede presentarse como un diagnóstico cercano a la aparición de los síntomas típicos del cáncer de páncreas o en el contexto de años de evolución de la enfermedad; en el primer caso probablemente podría ser tomado como una consecuencia de la enfermedad y no como un factor de riesgo. La diabetes y el cáncer de páncreas comparten como factor de riesgo solamente la obesidad.
La pancreatitis crónica es una inflamación crónica que produce una fibrosis del parénquima, con la consecuente pérdida de su función exocrina y endocrina. La etiología clásica siempre fue el consumo de alcohol, aunque hoy se conocen más casos de autoinmunidad, así como causas genéticas, toxico-metabólicas (consumo de alcohol, de tabaco, hipercalcemia, insuficiencia renal), idiopáticas, obstructivas y por pancreatitis agudas recurrentes. No es infrecuente que una pancreatitis crónica idiopática debute como diabetes en una persona en la sexta década de la vida y debe sospecharse siempre en un paciente diabético con difícil control y tendencia a la hipoglucemia, ya que se afecta tanto la secreción de insulina como la de glucagón.
Como factor de riesgo para cáncer de páncreas, se lo relaciona solo en un 4% a los 20 años de diagnóstico de la enfermedad.
La incidencia de ambas enfermedades, diabetes tipo 2 y pancreatitis crónica, es muy diferente y la asociación entre ellas (o la consecuencia de padecer una por la otra) no está establecida claramente, aunque se demostró un incremento en el riesgo de cáncer de páncreas en el estudio comentado.
Aun en las enfermedades de mayor riesgo no está establecido muy claramente cuáles deben ser las pautas de vigilancia: inicio, metodología, etcétera.
No debemos olvidar, ante un diagnóstico inicial de diabetes tipo 2 o en el seguimiento en el tiempo, estudiar su posible asociación con pancreatitis crónica y posteriormente planificar la metodología de seguimiento para lograr el diagnóstico temprano de una enfermedad oncológica con posibilidad quirúrgica.

Copyright © SIIC, 2017

Palabras Clave
cáncer de páncreas, causalidad inversa, diabetes tipo 2, pancreatitis crónica, riesgo de cáncer
Especialidades
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