Programa Actualización Científica sin Exclusiones (ACisE)

Informes comentados

dispuestos por fecha de ingreso a SIIC

Informe
Autor del informe original
Chunyue Qiu
Institución: Macao Polytechnic University,
Macao China

Ejercicios de Habilidades Cerradas y Abiertas en Sujetos con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad
Se recomienda que las personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad realicen ejercicios para múltiples tipos de habilidades motoras, ya que esto mejora la función ejecutiva.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/174964

Comentario
Autor del informe
Alberto Emiliano D´Agostino(1) Ladislao Pablo Matías Díaz Ballve(2) Tatiana Dias de Carvalho(3)  

(1) Universidad Nacional de José C Paz, José C. Paz, Argentina
(2) Universidad Nacional de La Matanza, San Justo, Argentina
(3) Universidad Nacional de La Matanza, San Justo, Argentina


El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se caracteriza por dificultades en la concentración, impulsividad y comportamientos hiperactivos. Estas alteraciones conductuales están subordinadas a las funciones ejecutivas, ubicadas por algunos autores en tres dimensiones: flexibilidad atencional, control inhibitorio y memoria de trabajo.1 Aunque generalmente se manifiesta en la infancia, entre el 40% y el 60% de los casos persisten en la adultez. La evidencia creciente señala que el TDAH en adultos es un problema de salud significativo, asociado a comportamientos de riesgo y otros trastornos psiquiátricos, que afectan diversas áreas de la vida, como el ámbito psicosocial, académico, laboral y el acceso a los servicios de salud.2 La dificultad en el diagnóstico radica en la frecuente coexistencia de comorbilidades psiquiátricas o
trastornos por abuso de sustancias.3
El tratamiento requiere un enfoque personalizado, con el objetivo principal de mejorar los síntomas centrales del TDAH y optimizar el funcionamiento general. La intervención incluye abordajes psicológicos, conductuales y farmacológicos. Los medicamentos que suelen ser indicados se dividen en dos categorías: estimulantes y no estimulantes. Entre los primeros se incluyen el metilfenidato, la lisdexanfetamina y la dexanfetamina; en el grupo de los no estimulantes se encuentran la guanfacina y la atomoxetina.3,4 Con respecto a las intervenciones no farmacológicas el ejercicio físico terapéutico se asocia con un impacto favorable en la población pediátrica con diagnóstico de TDAH. No obstante, resulta complejo establecer una relación directa, dado que esta terapia suele aplicarse en combinación con otras intervenciones como la psicológica o la farmacológica. Por ello, es necesario realizar ensayos clínicos que identifiquen el efecto terapéutico de cada estrategia individualmente o de la sumatoria de ellas.5 Varios autores destacan que el ejercicio aeróbico también puede mejorar el rendimiento cognitivo en adultos con TDAH, posiblemente a través de mecanismos relacionados con la fisiología cerebral influenciada por la actividad física.2,4,6 Por otro lado, las habilidades motoras cerradas y abiertas difieren en cuanto a las características del entorno y los requisitos del movimiento. Las habilidades motoras cerradas se realizan en un entorno estable y controlado, lo cual implica movimientos relativamente constantes en los que predomina la ejecución técnica. En cambio, las habilidades motoras abiertas se desarrollan en entornos variables y sin restricciones, que exigen equilibrio dinámico, reacciones en tiempo real y una alta capacidad de toma de decisiones, con énfasis en la toma de decisiones.7,8 Con el objetivo de aportar evidencia científica para mejorar el tratamiento del TDAH mediante la prescripción de ejercicio, el resumen objetivo Ejercicios de Habilidades Cerradas y Abiertas en Sujetos con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad aborda una revisión sistemática y un metanálisis para evaluar el impacto del ejercicio en personas con esta condición. El estudio conjugó las interacciones entre los distintos tipos de habilidades motoras en diferentes intensidades, con sus efectos en las funciones ejecutivas en personas con TDAH. Para su realización se siguieron las guías metodológicas recomendadas para este tipo de investigaciones,9 que conducen a una exhaustiva búsqueda bibliográfica con base en datos científicos, tanto generales como especializados. Posteriormente, se evaluó la calidad metodológica de los estudios incluidos utilizando herramientas de análisis de riesgo de sesgo adecuadas para cada tipo de investigación. Como resultado, los autores encontraron que tanto el ejercicio de habilidades cerradas como abiertas mejoran el rendimiento de la función ejecutiva en adultos con TDAH. Concluyeron que un ciclo de intervención de más de doce semanas, con una frecuencia superior a dos sesiones semanales de ejercicio moderado o de alta intensidad, puede constituir una dosis adecuada de ejercicio para esta población, aunque no esclarecen sobre qué función ejecutiva tiene efectos cada habilidad motora.
También destacan que, aunque los ejercicios de habilidades abiertas fueron significativamente más efectivos que los de habilidades cerradas para mejorar la función inhibitoria, no se observó el mismo efecto en la memoria de trabajo. Esto podría explicarse porque los ejercicios de habilidades cerradas se realizan en un entorno estable y predecible, lo que reduce la carga cognitiva. Este hallazgo resalta la especificidad de los efectos sobre las funciones ejecutivas en función del tipo de intervención motora, que diferencia entre los beneficios de las habilidades abiertas y cerradas. De este modo, parece ser el único hallazgo que aborda con detalle el tipo de ejercicio, la intensidad y su efecto en una función ejecutiva particular.
La inclusión de participantes de hasta 50 años para ampliar la población estudiada podría ocultar resultados específicos en ciertos grupos. De hecho, los autores señalan discrepancias en los hallazgos sobre los efectos en la memoria de trabajo, posiblemente atribuibles a las diferencias entre las poblaciones de estudio y al número limitado de investigaciones disponibles de esta temática.
Consideramos importante señalar algunas limitaciones como la ausencia de información sobre el estado inicial de los participantes y la falta de especificación de la escala utilizada para evaluar las funciones ejecutivas en las distintas muestras antes y después del plan de trabajo. Esto genera incertidumbre sobre la comparabilidad de los resultados, ya que podrían haber sido medidos con parámetros distintos. Tampoco se menciona el nivel de heterogeneidad en las características personales y psicosociales, factores que influirían en los resultados observados, incluso es posible que se registren efectos similares en personas con desarrollo típico.11 El estudio ofrece a los profesionales del área evidencia para fomentar la participación de personas con TDAH en intervenciones y ejercicios físicos como opción de tratamiento no farmacológico, considerando los efectos neurofisiológicos que el propio ejercicio genera. No obstante, no queda completamente claro si las mejoras en las funciones ejecutivas se deben a las propuestas específicas de ejercicios de habilidades cerradas o abiertas, o simplemente al hecho de que el ejercicio físico de intensidades moderadas y altas conlleva beneficios neurofisiológicos. De hecho, los autores advierten sobre la precaución de extrapolar estos resultados a todas las intensidades, ya que el estudio solo incluyó ejercicios de intensidades moderadas y altas. A pesar de ello, es significativo el aporte que señala el impacto del ejercicio físico en las funciones ejecutivas en general, destacando su importancia como opción de tratamiento no farmacológico en personas con TDAH.
Para concluir, consideramos que, a partir de lo presentado en la revisión, el ejercicio físico de intensidades moderadas en un programa de más de doce semanas con una frecuencia de más de dos veces semanales tiene efecto en las funciones ejecutivas en personas con TDAH. Además, resultaría relevante que futuras investigaciones tomen en cuenta las características personales y las circunstancias específicas que influyen en cada grupo. Es crucial comprender los efectos de diferentes tipos de actividades físicas en poblaciones con TDAH, prestando atención tanto a las particularidades de la condición como a su contexto psicosocial y ecológico. Asimismo, resulta de gran valor clínico disponer de evidencia que avale los efectos de diversas actividades físicas o ejercicios sobre las funciones ejecutivas, diferenciando estos de los efectos asociados a la intensidad del ejercicio en sí. Al mismo tiempo, queda por esclarecer sobre qué función ejecutiva tiene mayor efecto cada tipo de habilidad motora. Esto permitiría optimizar el uso del ejercicio como una opción de tratamiento no farmacológico. Copyright © SIIC, 2024
Bibliografía
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Palabras Clave
trastorno por déficit de atención e hiperactividad, control inhibitorio, flexibilidad cognitiva, memoria de trabajo, metanálisis
Especialidades
K.gif   SM.gif        Ep.gif   Fi.gif   Ne.gif   P.gif   SP.gif   
Informe
Autor del informe original
Q Qian
Institución: Tianjin Medical University Eye Hospital,
Tianjin China

Carga de Miopía Causada por la COVID-19 entre Niños de 6 a 8 Años
La duración y la intensidad de la pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 han tenido un efecto significativo en la vida de las personas, incluida la salud general, mental y de los ojos. La edad de 6 a 8 años es un período crítico para el desarrollo de la miopía y se necesitan intervenciones preventivas para el control de la miopía en los niños en este rango de edad.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/172809

Comentario
Autor del informe
Sebastián Simonetti(1) Miguel González(2) Horacio Alexander Guarin(3)  

(1) Clínica de la Obra Social Yacimientos Carboníferos (OSYC), Río Turbio, Argentina
(2) Clínica de la Obra Social Yacimientos Carboníferos (OSYC), Río Turbio, Argentina
(3) Clínica de la Obra Social Yacimientos Carboníferos (OSYC), Río Turbio, Argentina


El resumen objetivo Carga de Miopía Causada por la COVID-19 entre Niños de 6 a 8 Años aborda cómo la exposición a pantallas y medios electrónicos causada durante la etapa de confinamiento por COVID-19, afectó considerablemente la visión en niños en edad escolar en todo el mundo. No solamente aumentando la progresión de miopía, sino también, desencadenando forias y estrabismos latentes.
En Argentina, la forma más precisa de medir el estado refractivo en edad escolar es con una adecuada y minuciosa cicloplejia, siendo el ciclopentolato el fármaco más usado para tal fin.
En nuestra experiencia, además de la carga genética, los factores ambientales juegan un rol fundamental en el desarrollo de miopía. La edad en la cual existe mayor plasticidad sensorial es entre los 7
y 8 años. La exposición a pantallas además de afectar la visión de niños en edad preescolar, también aumentó la miopía en niños más grandes (10 y 13 años). Tanto en las edades de 5 a 8 años y 10 a 13 años, la miopía no mostró mayor progresión a lo habitual luego de finalizada la etapa de confinamiento pospandemia.
Este aumento ocurre sin dudas por la exposición, y cantidad de horas diarias permitidas, ante los dispositivos electrónicos, uno de los factores ambientales más importantes que contribuyen a la rápida progresión de miopía en esta etapa crítica de plasticidad sensorial.
La vida al aire libre, reducir las horas diarias ante pantallas electrónicas, el uso de luz natural durante el estudio y luz artificial por la noche, contribuyen a disminuir la progresión de miopía a esta edad. Los valores queratometricos y largo axil, son parámetros auxiliares indispensables actualmente para un adecuado seguimiento de la progresión junto a una buena cicloplejia.
Como conclusión, muchas veces el cambio de hábitos es el factor más importante para detener la progresión de la miopía. En casos en lo que esto no suceda, el uso de atropina 0.01%, los lentes de desenfoque periférico o ambos, es el tratamiento más utilizado actualmente para detener la progresión.
Sin dudas, el uso de pantallas es algo que llegó para quedarse, sin embargo, es responsabilidad del oftalmólogo instruir a padres y niños sobre la implicancia que esto conlleva en el estado refractivo y ofrecer todos los tratamientos modernos que estén al alcance para mejorar la calidad visual de los pacientes.
Copyright © SIC, 2024

Palabras Clave
miopía, prevalencia, niños de 6 a 8 años, COVID-19, pandemia
Especialidades
O.gif   P.gif        Ep.gif   I.gif   SP.gif   
Informe
Noticias Biomédicas
Ginecología y Obstetricia de México Barranquilla Colombia 21 Enero, 2024

América Latina: notable insuficiencia de Vitamina D entre los médicos que trabajan en ambientes internos


Publicación en siicsalud
/../noticias/nota/1965

Comentario
Autor del informe
Orlando A. Forestieri 
Hospital Italiano, La Plata, Argentina


La noticia América Latina: notable insuficiencia de vitamina D entre los médicos que trabajan en ambientes internos, realizada sobre la base del artículo Concentraciones de vitamina D en ginecobstetras, internistas y médicos generales en tres países latinoamericanos, aborda cómo el trabajo en ambientes cerrados es uno de los factores de riesgo para el desarrollo de insuficiencia de vitamina D.
Como biomarcador de relieve se utilizó la 25-hidroxivitamina D (25[OH]D) para evaluar el estado de la vitamina D; en el sistema de salud de los países en estudio el muestreo se realizó además de en los médicos (suplementados o no con vitaminas), en todo el personal que de manera inter o transdisciplinaria acompañó al galeno en su actividad, conocer ambiente laboral y su estado de
salud en general, pasó a ser otro indicador de importancia a la hora de determinar un diagnóstico y recomendar un tratamiento.
Entre los resultados de la investigación se destaca la recomendación de mejorar las concentraciones de exposición al sol durante 10 a 15 minutos al día, aumentar la ingestión de alimentos con alto contenido de vitamina D y, si fuera necesario, incorporar en la dieta suplementos vitamínicos.
Sin embargo, al respecto de los resultados expuestos, debo brindar algunas consideraciones: -La prevalencia de sexos, habitualmente (publicaciones mediante) adjudican mayoría a las mujeres.
-Tomar muestras a personal que está suplementado con vitamina D le resta objetividad al estudio.
-Haber incorporado al personal inter y transdisciplinario (ya mencionado) en la investigación también podría ser un punto de objeción.
Por lo demás, el estudio realizado tiene el mérito de haber determinado las diferentes variables detalladas y ofrecer recomendaciones a quienes fueron portadores de déficit de vitamina D.
Como residente de una comunidad donde el encierro es un marcador significativo, adhiero a la propuesta de (muestreo mediante) suplementar el déficit y motivar la exposición controlada solar.
Debemos considerar también los sitios de residencia, donde la incidencia de la luz solar es más o menos prevalente. De esa forma podrán evaluarse regionalmente tanto la carencia como el cumplimiento de hábitos saludables.
Copyright © SIIC, 2024

Especialidades
MT.gif   Nu.gif        AH.gif   Bq.gif   D.gif   DL.gif   EdM.gif   EM.gif   En.gif   Ep.gif   F.gif   MF.gif   MI.gif   OG.gif   Ma.gif   SP.gif   
Informe
Autor del informe original
D Nunan
Institución: University of Oxford,
Oxford Reino Unido

Efectos de la Actividad Física en el Síndrome de Intestino Irritable
Si bien la actividad física (AF) suele incluirse en diversas guías de práctica clínica para el tratamiento del síndrome de intestino irritable, la evidencia global no es concluyente. Los resultados de la presente revisión Cochrane sugieren que en estos pacientes, la realización de AF podría mejorar los síntomas globales, aunque no mejoraría la calidad de vida ni el dolor abdominal.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/172206

Comentario
Autor del informe
Juan José García Villarroel 
Universidad Privada Abierta Latinoamericana, Cochabamba, Bolivia


El síndrome de intestino irritable (SII) es una patología funcional del sistema digestivo que afecta una parte significativa de la población. A pesar de no tener una etiología clara, se sabe que múltiples factores fisiológicos y psicológicos intervienen en su desarrollo. El SII se caracteriza por síntomas recurrentes de dolor abdominal, distensión, diarrea, estreñimiento, o una combinación de estos. Se trata de una disfunción en la motilidad intestinal, una hipersensibilidad visceral y una alteración en el eje cerebro intestino, lo cual genera una experiencia subjetiva de malestar que varía en severidad y frecuencia según el paciente.
La actividad física ha sido propuesta como una intervención no farmacológica potencialmente útil para el manejo del SII. Sin embargo, es importante analizar de manera crítica los efectos
que tiene el ejercicio sobre el sistema gastrointestinal, así como los mecanismos subyacentes que podrían justificar la relación entre actividad física y la mejora de los síntomas del SII. El resumen objetivo Efectos de la Actividad Física en el Síndrome de Intestino Irritable sugiere que el ejercicio moderado y regular tiene un impacto positivo sobre la motilidad intestinal, la respuesta inmunitaria y el estado psicológico, todos ellos factores que juegan un papel fundamental en la fisiopatología del SII.
Se espera que un ejercicio físico module la actividad del sistema nervioso autónomo, particularmente el tono parasimpático, el cual regula las funciones digestivas. La estimulación de la actividad parasimpática durante y después del ejercicio puede mejorar la motilidad intestinal y reducir los síntomas de estreñimiento, que son comunes en pacientes con SII de tipo estreñimiento predominante. Además, el ejercicio tiene la capacidad de reducir la hipersensibilidad visceral, mediante la modulación de la percepción del dolor a través de mecanismos relacionados con la liberación de endorfinas y otros neurotransmisores. Estos mecanismos explican en parte por qué los pacientes que realizan ejercicio físico regularmente reportan una disminución en la severidad del dolor abdominal y otros síntomas asociados al SII.
Por otro lado, el eje cerebro intestino, un sistema de comunicación bidireccional que involucra tanto a las vías nerviosas como a los sistemas endocrino e inmunológico, juega un papel central en la fisiopatología del SII. Se ha propuesto que el ejercicio físico tiene la capacidad de modular este eje al reducir el estrés y mejorar la salud mental, dos factores que exacerban los síntomas del SII. El estrés crónico activa el sistema nervioso simpático y el eje hipotalámico hipofisario adrenal, lo que conduce a una liberación prolongada de hormonas del estrés, como el cortisol, que afecta negativamente la motilidad intestinal y aumenta la sensibilidad visceral. La actividad física, al reducir los niveles de estrés, podría contrarrestar este efecto, mejorando así la función intestinal y reduciendo la percepción del dolor.
En cuanto a la microbiota intestinal, la evidencia sugiere que la actividad física puede influir en la composición y diversidad del microbioma intestinal. Los estudios han demostrado que el ejercicio regular aumenta la abundancia de bacterias beneficiosas, como las que producen ácidos grasos de cadena corta, los cuales son esenciales para la salud del intestino. Dado que los desequilibrios en la microbiota están asociados con la inflamación de bajo grado y la disfunción de la barrera intestinal en el SII, la modulación positiva del microbioma a través del ejercicio podría contribuir a la mejora de los síntomas gastrointestinales. Aunque los estudios sobre el impacto directo del ejercicio en la microbiota de pacientes con SII son limitados, la evidencia en modelos animales y estudios en humanos sanos respalda la hipótesis de que el ejercicio tiene efectos beneficiosos sobre la salud intestinal a través de la regulación de la microbiota.
No obstante, no todas las formas de ejercicio son igualmente beneficiosas para los pacientes con SII. Es crucial diferenciar entre el ejercicio moderado y el ejercicio intenso. El ejercicio de alta intensidad, como correr maratones o realizar entrenamientos extenuantes, puede aumentar los niveles de estrés fisiológico, lo que puede llevar a una exacerbación de los síntomas del SII en algunos pacientes. El ejercicio intenso activa de manera pronunciada el sistema nervioso simpático, lo que puede alterar la motilidad intestinal, aumentar la permeabilidad intestinal y desencadenar la liberación de mediadores inflamatorios que empeoran los síntomas gastrointestinales. Por esta razón, se recomienda que los pacientes con SII opten por ejercicios de intensidad moderada, como caminar, nadar o practicar yoga, que han demostrado tener un efecto más favorable sobre la motilidad intestinal y el bienestar general.
Otro aspecto clave en el que el ejercicio físico podría influir es en la inflamación de bajo grado que se ha observado en algunos pacientes con SII. Aunque el SII no es una enfermedad inflamatoria en el sentido clásico, se ha detectado una leve activación del sistema inmunológico en algunos casos, lo que sugiere que la inflamación podría jugar un papel en la fisiopatología de esta enfermedad. El ejercicio moderado tiene un efecto antinflamatorio sistémico, ya que reduce la liberación de citocinas proinflamatorias y aumenta la producción de citocinas antinflamatorias, lo que podría tener un impacto beneficioso en los pacientes con SII que presentan un componente inflamatorio subyacente.
A pesar de los beneficios potenciales del ejercicio físico en el manejo del SII, es fundamental tener en cuenta las características individuales de cada paciente. La heterogeneidad del SII, que incluye subtipos basados en la predominancia de diarrea, estreñimiento o una combinación de ambos, implica que no todos los pacientes responderán de la misma manera a la intervención con ejercicio físico. Además, la capacidad física y el estado de salud general del paciente deben ser considerados al diseñar un régimen de ejercicio, ya que aquellos con un bajo nivel de condición física o con comorbilidades podrían requerir un enfoque más gradual y supervisado.
Los estudios clínicos que han evaluado la efectividad del ejercicio físico en el manejo del SII presentan ciertas limitaciones que deben ser abordadas en investigaciones futuras. La heterogeneidad de los ensayos, en cuanto a la duración, intensidad y tipo de ejercicio evaluado, así como la variabilidad en las medidas de resultado, dificulta la comparación directa entre estudios y la formulación de recomendaciones universales. Además, muchos estudios no reportan de manera exhaustiva los efectos adversos del ejercicio, lo que representa una limitación importante, ya que es crucial garantizar que las intervenciones sean seguras para los pacientes con SII. Por lo tanto, es necesario realizar ensayos clínicos bien diseñados que incluyan un mayor número de participantes y que controlen adecuadamente las variables confusas, como la dieta y el nivel basal de estrés, para obtener resultados más concluyentes.
A nivel práctico, los profesionales de la salud, incluidos los fisiólogos, deben adoptar un enfoque individualizado y multidisciplinario en el manejo del SII, que combine la actividad física con otras intervenciones, como la modificación dietética y el manejo del estrés. La actividad física no debe considerarse una intervención aislada, sino una parte complementaria de un plan de tratamiento integral. Además, es fundamental monitorear de cerca la respuesta del paciente al ejercicio para ajustar el régimen en función de sus necesidades y capacidades.
Si vemos un punto de vista fisiológico, la actividad física tiene el potencial de ser una intervención útil en el manejo del síndrome de intestino irritable. Los mecanismos subyacentes incluyen la mejora de la motilidad intestinal, la modulación del eje cerebro intestino, la reducción de la hipersensibilidad visceral y la mejora del estado psicológico general. Sin embargo, es crucial adaptar el tipo e intensidad del ejercicio a las características individuales del paciente y considerar el ejercicio como parte de un enfoque terapéutico multidisciplinario. A medida que avance la investigación, será posible optimizar las recomendaciones y desarrollar estrategias de intervención más precisas y personalizadas para los pacientes con SII.
Copyright © SIC, 2024

Palabras Clave
actividad física, tratamiento, síndrome de intestino irritable
Especialidades
G.gif   MI.gif        AP.gif   EdM.gif   Ep.gif   MD.gif   MF.gif   Nu.gif   
Informe
Autor del informe original
RC King
Institución: University of California,
Orange EE.UU.

Utilidad del ChatGPT en la Insuficiencia Cardíaca
Los resultados de esta investigación destacan el potencial del ChatGPT, en particular la versión más nueva, como fuente de información complementaria y educación para pacientes con insuficiencia cardíaca.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/174912

Comentario
Autor del informe
Nicolás Vecchio 
Clínica del Corazón, Tandil, Argentina


La insuficiencia cardíaca (IC) es una patología crónica compleja que afecta a millones de personas en todo el mundo, representando una carga significativa para el sistema de salud.1 Su manejo requiere un enfoque multidisciplinario y una participación activa del paciente en su cuidado.2 En este contexto, la educación continua juega un papel crucial en la mejora de los resultados clínicos.3 Sin embargo, proporcionar información accesible, precisa y personalizada a los pacientes sigue siendo un desafío.4 El resumen objetivo Utilidad del ChatGPT en la Insuficiencia Cardíaca evalúa el potencial de ChatGPT como fuente de información para pacientes con insuficiencia cardíaca.5 Los resultados de este estudio posicionan a la inteligencia artificial (IA) generativa como una herramienta prometedora en la educación del paciente.
El estudio evaluó la
precisión y reproducibilidad de las respuestas generadas por dos versiones de ChatGPT (GPT-3.5 y GPT-4) a 107 preguntas frecuentes sobre IC. Los resultados son alentadores: GPT-4 demostró una precisión significativa, proporcionando información correcta en el 100% de las respuestas. Además, mostró un alto nivel de conocimiento integral, especialmente en las categorías de "conocimientos básicos" (89.8%) y "manejo" (82.9%). Por su parte, GPT-3.5 también tuvo un desempeño aceptable: la reproducibilidad de las respuestas fue alta. GPT-3.5 logró una reproducibilidad superior al 94% en todas las categorías, mientras que GPT-4 alcanzó un 100% de reproducibilidad en todas sus respuestas.
Estos resultados sugieren que ChatGPT tiene el potencial de convertirse en una herramienta valiosa para proporcionar información precisa y confiable a los pacientes con IC. La capacidad de generar respuestas precisas y reproducibles a una amplia gama de preguntas podría complementar significativamente las estrategias actuales de educación del paciente.6
Además, la capacidad de ChatGPT para proporcionar respuestas detalladas y personalizadas podría ayudar a superar algunas de las barreras actuales en la educación del paciente, como la falta de tiempo de los profesionales de la salud o la dificultad para adaptar la información a las necesidades individuales de cada paciente.2,3
El uso de ChatGPT en la investigación médica es un campo emergente y en rápida expansión. Varios estudios recientes han explorado el potencial de esta herramienta en otras áreas de la medicina.
El estudio de Chung et al. concluyó que ChatGPT puede generar informes de radiología precisos para pacientes con cáncer.7
Roberts et al. demostraron que ChatGPT puede realizar resúmenes precisos y extraer información de artículos médicos, complementando la educación para médicos y pacientes en enfermedades como la IC.8
Kim et al. publicaron que ChatGPT puede ayudar a difundir información y educar pacientes con trastornos del sueño.9
Sin embargo, estos estudios enfatizan la necesidad de una validación rigurosa, de supervisión humana y del desarrollo de un marco regulatorio legal y ético para la implementación de estas tecnologías en la práctica clínica.10-12
A pesar de estos resultados prometedores, es crucial abordar las limitaciones y consideraciones éticas asociadas con el uso de IA en la educación del paciente: Validez: la IA generativa requiere una validación clínica más amplia antes de implementar ChatGPT como una herramienta de educación para pacientes. Esto incluiría estudios que evalúen el impacto real en el conocimiento del paciente, la adherencia al tratamiento y los resultados clínicos.11
Información actualizada: es fundamental asegurar que la información proporcionada por ChatGPT se mantenga actualizada con las últimas guías y evidencia científica.
Sesgo poblacional: es necesario evaluar si las respuestas de ChatGPT son igualmente precisas y útiles para diversos grupos demográficos, considerando factores como el nivel educativo, acceso y conocimiento tecnológico, el origen étnico y el estado socioeconómico.12
Falta de contextualización: aunque ChatGPT puede proporcionar información precisa, los pacientes pueden carecer de las habilidades necesarias para interpretar y contextualizar adecuadamente esta información. Esto subraya la importancia continua de la interacción humana en la educación del paciente.
Seguridad: el uso de la IA en el ámbito de la salud plantea preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos del paciente. Es crucial establecer protocolos robustos para proteger la información sensible.11,12
Como conclusión el estudio sobre el uso de ChatGPT en la educación de pacientes con insuficiencia cardíaca marca un hito importante en la intersección entre la inteligencia artificial y la atención médica. Los resultados sugieren que ChatGPT tiene el potencial de convertirse en una herramienta valiosa para proporcionar información precisa y accesible a los pacientes, complementando las estrategias actuales de educación en salud.
El éxito de ChatGPT como herramienta educativa en la insuficiencia cardíaca dependerá además de nuestra capacidad para integrarla de manera efectiva y ética en los sistemas de atención médica existentes, siempre con el objetivo final de mejorar la calidad de vida y los resultados clínicos de los pacientes con esta compleja condición cardíaca.
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Palabras Clave
insuficiencia cardíaca, ChatGPT, educación para la salud, inteligencia artificial, equidad
Especialidades
C.gif   SP.gif        EM.gif   F.gif   
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